"Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro.
La zona pre frontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional.
Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando"...
-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria...
- ¿Psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano.
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano.
Una conexión que desafía el paradigma tradicional.
El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos...
un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas...
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro.
Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios...
-La palabra es una forma de energía vital.
Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades...
-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos.
Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales...
-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos.
Para crecer hay que salir de esa zona...
-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra.
Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro.
El mayor potencial es la conciencia..."
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