"..., la Universidad de Pittsburgh acaba de conseguir que un tetrapléjico mueva un brazo robótico con el cerebro gracias a un neuroimplante. Tim Hemmes, de 30 años, se dañó la columna hace siete años en un accidente de moto y quedó paralizado. Ahora un equipo de científicos ha colocado una serie de electrodos en su cerebro y han conseguido que mueva el brazo con su pensamiento y toque la mano de su novia...
Éste y otros avances en neurociencia se mueven en la misma dirección: intervenir en el cerebro humano para corregir o mejorar sus limitaciones. Conseguir un interfaz cerebro-máquina eficaz no sólo abre el camino terapéutico sino que puede expandir nuestras capacidades a largo plazo. ¿Podrá la tecnología solucionar las limitaciones físicas de nuestro cerebro? ¿Entraremos en la era del cerebro aumentado? ...
nos pregunta Javier Mínguez cuando le visitamos en su grupo de Interfaces Cerebro-Computador de la Universidad de Zaragoza. "Pues eso es hoy el marcapasos", asegura. Él y su equipo han desarrollado una silla de ruedas que puede moverse mediante el pensamiento. El método consiste en interpretar las señales características que "emite" el cerebro" ante determinados estímulos. Si el sujeto piensa en moverse hacia la derecha, por ejemplo, el electroencefalograma (EEG) y el software detectan la señal y dirigen la silla en la dirección elegida...
Éste y otros avances en neurociencia se mueven en la misma dirección: intervenir en el cerebro humano para corregir o mejorar sus limitaciones. Conseguir un interfaz cerebro-máquina eficaz no sólo abre el camino terapéutico sino que puede expandir nuestras capacidades a largo plazo. ¿Podrá la tecnología solucionar las limitaciones físicas de nuestro cerebro? ¿Entraremos en la era del cerebro aumentado? ...
nos pregunta Javier Mínguez cuando le visitamos en su grupo de Interfaces Cerebro-Computador de la Universidad de Zaragoza. "Pues eso es hoy el marcapasos", asegura. Él y su equipo han desarrollado una silla de ruedas que puede moverse mediante el pensamiento. El método consiste en interpretar las señales características que "emite" el cerebro" ante determinados estímulos. Si el sujeto piensa en moverse hacia la derecha, por ejemplo, el electroencefalograma (EEG) y el software detectan la señal y dirigen la silla en la dirección elegida...
La “red cerebral”
¿Significa esto que la tecnología nos proporcionará cerebros mejores, más capaces y duraderos? "En el largo plazo", profetiza Nicolelis en sus entrevistas, "nuestra mente podrá interactuar con las máquinas a distancia y controlar dispositivos de proporciones nanométricas o gigantescas". Sus pruebas con macacos demuestran que se puede conectar una máquina al tejido nervioso de un animal sin pasar por los sentidos: los monos reciben la sensación del tacto de objetos que nunca han tocado. Y la tecnología del interfaz cerebro-máquina, según Nicolelis, también cambiará nuestra manera de comunicarnos. "
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