"na conocida librería en París que durante décadas ha sido más que un lugar para comprar libros en inglés. Se trata de un refugio para los escritores y un atracción turística, un sitio con una atmósfera propia...
Los autores que visitaron el lugar podían trabajar aquí, dormir entre pilas de libros y absorber esa atmósfera literaria única.
Semanas atrás, poco antes de la muerte de George Whitman, hablé con su hija Sylvia sobre la posibilidad de unirme a ese grupo de escritores-voluntarios. No mucho después conocí el cálido ambiente de Shakespeare and Company...
En medio del silencio, escucho un familiar "tac, tac, tac, tunk" y vislumbro una acogedora cueva de escritores donde alguien está sentado frente a un escritorio con una vieja máquina de escribir portátil y se observan también unos estantes cargados de libros bastante manoseados sobre cómo lograr ser publicado.
El único sonido, aparte del tipeo y la conversación, viene de un piano en el que los clientes se entusiasman algunas veces. "Es bonito", me dice Linda. "El sonido me lleva a bajar las escaleras hasta las cajas"...
Mi sesión como voluntario ha acabado. Voy a recoger mis cosas de un locker ubicado en el piso de arriba. Resulta ser la guarida de un escritor residente, Jimmy Hargreaves, de 25 años.
Es un autor publicado por Grimsby, al que se ve inclinado sobre su libro de notas dejando caer su larga cabellera sobre su rostro cincelado. "Soy un soñador", me dice. "Este es un lugar donde puedo crear"."
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