martes, 8 de noviembre de 2011

Un hombre de 86 años cuenta su vida en viñetas

A sus 86 años, un hombre cuenta en una tira de Ragecomics su vida y cómo a pesar de todo lo malo que te pasa, puedes seguir adelante.


http://imgur.com/Cpdaq

Traducción:

" Hoy he cumplido 86 años. En 1925 era un bebé. Nací el mismo día que Yuli Daniel.
(No me parece tanto tiempo...)

En 1927, Metropolis fue premiada en Alemania mientras yo era un pequeñín. Mis padres me llevaron a ver la versión americana en 1928, pero tenía tres años y no lo recuerdo.
(... hasta que empiezo a pensar en ello)

Recuerdo el gran crack de 1929 pero no lo entendía en ese momento.

Muchas cosas son ahora solamente conceptos para la gente joven. En mis años de adolescente, yo también creía que sabía todo. En los años 30, era consciente de quién era Albert Einstein, y todavía estaba vivo.

Mucha gente ha perdido su entendimiento de la guerra. En 1943, estaba entusiasmado con ir a la guerra. Un año antes, Japón había atacado Pearl Harbor. Me uní y me entrené justo a tiempo para ser parte del Día D.
Mucha gente no entiende lo que los hombres malvados pueden hacer. No hablo de nada de lo que ocurrió entre el 43 y el 45. Descubrí, años más tarde, que Yuli Daniel estaba en el frente ruso mientras yo estaba en Francia.
Cuando nos enteramos de lo de Japón y las bombas, nos quedamos mudos y apesadumbrados [?]. Todo nuestro resentimiento a lo "gung ho Pearl Harbor" (slang marine) parecía infantil y horrible.
Mucha gente no entiende lo que los hombres pueden hacerse a sí mismos. Ninguno de mis amigos de mi ciudad natal lo consiguió. Pasé los siguientes ocho años luchando contra el alcoholismo.

De hecho fue Marilyn Monroe la que me puso las pilas. Tenía 28 años, ¿y cómo iba a conseguir una chica como esa? Desde luego borracho no. No he bebido desde que la vi en Playboy (¡lo siento mamá!) en diciembre de 1953.

Leí lo de la muerte de Albert Einstein en 1955. Vietnam empezó casi al mismo tiempo... y también mi matrimonio.

Si te esfuerzas, las cosas al final mejoran. Esa es una lección vital que he aprendido. Como padre, intenté emular a mi viejo. Era un veterano de la guerra mundial y muy estricto.

Fue alrededor de finales de los 50 y principios de los 60 que empezaron a aparecer grandes y ruidosos ordenadores en universidades y demás. Me imaginé que nunca vería uno ni usaría ninguno, así que no pensaba mucho en ellos.
(Las cosas tienen una forma de cambiar todo el rato también)

¡En 1969 vimos hombres aterrizar en la puñetera Luna! La sensación nunca se va. Nunca.
(A veces cambian de una forma que no te esperas)

Mi hija mayor se unió al movimiento anti-Vietnam a la edad de 16 o 17 años, alrededor de 1970-71.
(No te puedes culpar)
Estaba de acuerdo con los sentimientos anti-bélicos. Había visto la guerra. Sin embargo pensaba que ella era demasiado joven, y me volví muy estricto. Se fue de casa en 1972 a los 18.

La economía sube y baja todo el tiempo. No puedes preocuparte demasiado por ello. Los 70 fueron muy duros. Perdí mi trabajo por un tiempo y hubo crisis del petróleo. Parece que la ciencia y la tecnología de repente se convirtieron en una parte cada vez mayor de nuestras vidas, además.

Stephen Hawking se hizo un nombre por estos tiempos. Los ordenadores se fueron haciendo más pequeños. Empezamos a aprender sobre el medio ambiente y la conservación. El feminismo sacudió el país. Yo siempre había pensado en mi mujer como una igual, pero ella debió de sentir algo distinto. Se fue en 1974.

Mi padre murió un mes después. Vivió una gran vida. El último día que nos vimos me dijo que no le rindiera luto si se moría pronto. Que él estaría con mi madre, que se murió cuando yo tenía cinco o seis años. Tenía 74 años cuando murió, e hice lo que pude por no sentirme triste.
De hecho, me envalentoné. Tenía 49 años, con una carrera sin futuro gracias a la economía. Mi mujer me había dejado, y una de mis hijas estaba Dios-sabe-dónde. Decidí dejar mi tierra natal para buscar una mejor vida.

Dejé una nota a nuestro pastor en caso de que mi hija volviera alguna vez. No era un hombre religioso, pero el viejo pastor todavía recordaba los duros momentos que viví después de la guerra. Me guiñó el ojo y me reveló que le contaría al reclutador militar que todavía era un borracho cuando la guerra de Korea ocurriera. Siempre me he preguntado por qué nunca fui contactado.
(También he aprendido que nunca eres demasiado viejo para crecer. Y que se trata de "a quién conoces" más que de "qué sabes")

Los viejos compañeros de la 2ª guerra mundial me encontraron un trabajo. Dos de ellos estuvieron conmigo cuando nos enteramos de las bombas en Japón. A ninguno nos gustaba la sensación que la Guerra Fría nos habia dejado.
(Y a veces tienes que seguir buscándote la vida...)

Los 80 fueron tiempos locos para mis hijos y la gente de su edad... pero también locos para nosotros los mayores. La guerra nuclear parecía inevitable. Penetró en nuestra cultura.
De alguna manera, todavía conseguía no beber. Mis compañeros, que también habían visto la Bomba en acción, no fueron tan reacios.
(... y esperar lo mejor)

Mis hijos fueron a la universidad y les financié todo lo que pude. El mundo atravesó los 80, y yo ascendí. A mis compañeros también les fue bien. De hecho...
Conocí a una mujer a través de uno de ellos, e hicimos buenas migas. Cuando los niños se fueron de casa, nos casamos. ¿Y a que no sabéis qué? Era japonesa.

Me jubilé en 1990, a la madura edad de 65 años. Creí que viviría a lo mejor diez años más, y quería vivirlos con mis esposa. De repente, las cosas con las que había crecido eran maravillosas. Las películas me deslumbraban. Había Nintendos, y después Sega y Super Nintendo. A mi mujer y a mí nos encantaban estas cosas. ¡Teníamos mucho tiempo libre! ¿Por qué no?

Esa década fue la mejor de mi vida. Se suponía que era "viejo", pero me sentía más vivo que nunca. Sentía que había desaprovechado mis 20 años bebiendo y lo que ahora sé que era TEPT (trastorno por estrés postraumático). Gracias a mi mujer y a todas las grandes cosas que fueron inventadas, era más feliz que nunca. Y después ocurrió Internet.

Crecí en un mundo de comunicación cara-a-cara. Tenía que ir a los sitios. Tenía que enviar las cosas. La información siempre era de segunda mano o por periódico. Estuve al tanto del florecimiento de Internet por una gran razón...
Y en 1998 la encontré. Se había convertido en ingeniera de aviación y había criado a 4 niños.

Se vino a Nueva York y se quedó casi un mes, poniéndome al día de los 24 años que me había perdido. Su hermano y hermana vinieron a casa ese mes también.
Y ahora todos nos mantenemos en contacto con ordenadores. ¡Nunca más estaremos desconectados!

Nos hemos mantenido activos y hemos desafiado nuestras mentes durante los 00's, una década durante la cual no han pasado muchas cosas. ¿No estás de acuerdo? Bueno, imagina las décadas que tengo para comparar.

Nuestros amigos empezaron a pasar a mejor vida, y unos pocos se quedaron seniles. Nosotros nos sentimos más ágiles que nunca y yo lo atribuyo a nuestras actividades y juegos.
En 2010 llevé a mi mujer a ver la versión completa y restaurada de Metrópolis. Fue genial, y me acordaba un poco de la imaginería. No puedes imaginar cómo se siente; una memoria de 85 años. Era como si mis padres estuvieran allí y yo fuera un niño otra vez.

Y ahora mis hijos son adultos, con familias por su cuenta. El mundo sigue avanzando.

Afganistán, Iraq, Irán, Occupy Wall Street, el crack de 2011, el crack de 2008, el crack de 1999, la crisis del petróleo, Vietnam, la guerra de Korea, la llegada a la Luna, la 2ª guerra mundial... Lo he visto ocurrir todo una y otra vez.

¿Qué he aprendido? Luchar por lo que piensas está bien y preocúpate por la gente de tu alrededor. Al final ¡son lo único que tienes! Y no odies a otras culturas, ¡puedes terminar casándote con una algún día! Y la vida MEJORARÁ. ¿Crees que estás "forever alone" a los 20? Yo creía que lo estaba a los 30, y luego a los 49, y adivina qué...

Mi vida resultó siendo genial. ¿Hice algo excepcional? A lo mejor no. Pero he vivido. Gracias por leer.

PD: Seguimos Reddit y nos ayuda a sentirnos todavía conectados al mundo. No somos tan activos a los 86, pero sentimos que tenemos todavía décadas por delante. No puedo ni imaginar que tendré tanta suerte como para tener 20 años más de esta vida. Todavía tenemos juegos, además, ¡y ahora puedes hasta hablar con personas por los auriculares mientras juegas! Hay niños jugando que probablemente no se creerían que [no estoy segura de cómo traducir esto] han sido headshoteados por una mujer de 86 años, ¡pero no hace falta que lo sepan! ¡Es divertido!

Te quiero cariño :-)
"

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