Gracioso artículo, aplicable a la mayoría de nosotros (por supuesto yo me incluyo), sabiondos condescendientes:
"Te encontrarás incontables veces interrumpiendo a alguien que cuenta una historia, una anécdota, o una broma, para corregirle una suposición errónea, explicar una evidencia que el narrador pasó por algo, dar una perspectiva más general del problema, o señalar que las premisas de la broma son erróneas.
Puedes identificar este comportamiento porque la persona que interrumpe normalmente comienza su frase con “Bueno, realmente…”.
Cuando era niño pensaba que esto era una ventaja. Sabía un poco más que mi hermana. Cada vez que ella decía algo, yo intervenía rápidamente con algo como «Bueno, en realidad, el origen de la palabra Shih Tzu es “Perro león” y no tiene nada que ver con los patrones digestivos del perro».
Sí, yo era una persona muy divertida para pasar el rato.
De niño me preguntaba como era posible que mi hermana hiciese amigos tan fácilmente, mientras yo no podía."
"Los bueno-realmente quieren participar en la conversación tanto como cualquiera. Quieren ser apreciados.
Pero en vez de descojonarse con los chistes y participar en una lluvia de ideas y explosión de humor, contribuyen con interrupciones, hechos y detalles que simplemente detienen la producción de energía del hilo. Desvían el centro de atención hacia ellos."
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