martes, 2 de agosto de 2011

Maquiavelo: El príncipe

"Todos conocemos la expresión “maquiavélico” y la asociamos a algo malvado, retorcido y astuto. En realidad, la obra de Maquiavelo nos desvela los secretos de los juegos de poder. Aquí podrá leer sabios consejos intemporales sobre la naturaleza humana, el gobierno de los hombres, cómo actúa la diplomacia y cómo vencer en un conflicto...

Cuando iniciar el combate
No se debe jamás permitir que se continúe con problemas para evitar una guerra porque no se la evita, sino que se la retrasa con desventaja tuya.

Las recompensas
Quien cree que nuevas recompensas hacen olvidar a los grandes hombres las viejas injusticias de que han sido víctimas, se engaña.

Las injusticias y los favores
Las injusticias se deben hacer todas a la vez a fin de que, por probarlas menos, hagan menos daño, mientras que los favores se deben hacer poco a poco con el objetivo de que se aprecien mejor. Los hombres, cuando reciben el bien de quien esperaban iba a causarles mal, se sienten más obligados con quien ha resultado ser su benefactor, el pueblo le cobra así un afecto mayor que si hubiera sido conducido al Principado con su apoyo.

Lo que se debe hacer
Quien deja a un lado lo que se hace por lo que se debería hacer, aprende antes su ruina que su preservación.

Castigos
Con poquísimos castigos ejemplares será más clemente que aquellos otros que, por excesiva clemencia, permiten que los desórdenes continúen, de lo cual surgen siempre asesinatos y rapiñas.

Evitar el odio del pueblo
El príncipe debe hacerse temer de manera que si le es imposible ganarse el amor del pueblo consiga evitar el odio, porque puede combinarse perfectamente el ser temido y el no ser odiado.

Delegar las medidas impopulares
Los príncipes debe ejecutar a través de otros las medidas que puedan acarrearle odio y ejecutar por sí mismo aquellas que le reportan el favor de los súbditos. Debe estimar a los nobles, pero no hacerse odiar del pueblo.

Entretener al pueblo
Se debe entretener al pueblo en las épocas convenientes del año con fiestas y espectáculos.

Elección y manejo de consejeros
No hay otro medio de defenderse de las adulaciones que hacer comprender a los hombres que no te ofenden si te dicen la verdad; pero cuando todo el mundo puede decírtela te falta el respeto. Un príncipe prudente se procura un tercer procedimiento: elige hombres sensatos y otorga solamente a ellos la libertad de decirle la verdad, y únicamente en aquellas cosas de las que les pregunta y no de ninguna otra."

El Príncipe. Maquiavelo

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