martes, 9 de agosto de 2011

Crisis: Entrevista a Susan George

"John Perkins, en su libro «Confesiones de un gángster económico», afirma que se desplegó una política deliberada para endeudar y controlar a las economías en desarrollo. Se trata de su testimonio personal, que se debería corroborar con otras evidencias, pero sabemos sin duda que los países más ricos utilizaron la deuda para conseguir precisamente eso: imponer las condiciones de los Estados Unidos y de otros países acreedores, por las que se obligó a los países en desarrollo a entrar en la economía mundial en términos muy desfavorables.

La gran causa de la actual crisis de la deuda europea es que los gobiernos han asumido las deudas de bancos privados, que estallaron con la crisis financiera. El caso más evidente es el de Irlanda, que asumió la responsabilidad de todo lo que debían sus bancos, pero lo mismo sucede con todos los países que están ahora en dificultades...

Las políticas europeas hasta la fecha están siendo desastrosas. Están aplicando los llamados «remedios» que se impusieron a los países en desarrollo en los años ochenta, en lo que ahora se conoce como «la década perdida del desarrollo». Los programas de austeridad que se están imponiendo a Grecia, Irlanda o Portugal están directamente sacados del manual neoliberal de los programas de ajuste estructural, punto por punto y coma por coma.

El resultado es una feroz contracción de esas economías, hasta un punto sin precedentes. Cuando se impusieron medidas como las privatizaciones, los recortes salariales y la eliminación del gasto social en países realmente pobres como Níger, éstas se tradujeron en una hambruna y en muchísimas muertes...

Lógicamente, la austeridad sólo empeorará las dificultades económicas: menos ingresos fiscales, más desempleo, bajas inversiones, una mayor economía sumergida, etcétera. Además de un tremendo sufrimiento humano y un posible derrumbe del euro. No ha habido ni un solo caso en que un país mejorara su situación con las políticas de austeridad del FMI...

El obstáculo es el Banco Central Europeo, no el euro en sí. El Banco Central Europeo no presta a los gobiernos, sino a los bancos, al 1% o menos. Y después, los bancos prestan a los gobiernos."

«Ni un solo país ha mejorado con las políticas de austeridad del FMI»


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