martes, 29 de mayo de 2012

Carta de un jubilado a tiempo...

"Hace tres años, ante lo que observaba en el entorno familiar y laboral respecto a cómo se planteaba esta crisis, tras estudiar la situación, dentro de mis posibilidades intelectuales (no soy economista ni sociólogo- aunque no hace falta serlo para ver lo que hay-),  y llegar a la conclusión que esto no tenia soluciones mágicas, ni a corto ni a medio plazo, ya que se trataba de una crisis sistémica y no simplemente de un problema  circunstancial, tomé una serie de decisiones que paso a relatar a continuación: Mi situación puede ser particular, aparte de afortunada. Cuando fui consciente de lo que realmente se estaba fraguando faltaban 3 años para jubilarme (lo acabo de hacer hace 6 meses),  la situación  empeoraba día tras día y las decisiones que tomé fueron rápidas. El notable incremento de las mentiras, la desorientación y la hipocresía,  que mostraban los estamentos políticos y financieros (si hoy repasamos lo que se decía en los periódicos hace tres años podemos demostrar esta acusación aparentemente desmesurada) me llamaba cada vez más la atención y el olor de lo que se estaba fermentando me daba muy mala espina. No quiero decir con esto que actualmente (mayo del 2012) las cosas hayan cambiado, es posible que sean peores que entonces.
Sabía que mi pensión iba a ser de 1300 euros al mes aproximadamente, si seguía viviendo en el piso que tenia, junto a mi mujer, tendría que restringir considerablemente los gastos por lo que decidimos venderlo  (vivir en Madrid con 1300 euros no es fácil). Fue valorado en ese momento (hace tres años) en  360.000 euros.  Tras varios meses sin poder venderlo decidí  bajar el precio para no perder tiempo.  Lo vendí   15 días después por  240000 euros.
Habíamos encontrado una pequeña casa en un pueblo, lejos de las grandes ciudades   y de unos 450 habitantes. La casa tiene un terreno adyacente de 2400 m2. Lo compramos  por 110000 euros. Nos hemos gastado en arreglarla 60000 euros y ha quedado estupenda. Es pequeña pero más que suficiente...
Hemos sembrado frutales (de todo tipo, adaptados a la zona y la altura), hemos fabricado un pequeño gallinero (con 10 gallinas y un gallo) una pequeña conejera (…se reproducen muy bien y la carne de conejo es supersana…) y hay leña de sobra para pasar el invierno, nuestros gastos de calefacción se han reducido así al mínimo...
El negocio más importante de los próximos diez años, hasta que el nuevo sistema se instale y el que ahora se desmorona termine de hacerlo  (si es que lo hace en 10 años), es la autosuficiencia y la supervivencia. Intentar apuntalar un sistema decadente con los mismos instrumentos que han hecho que se convierta en lo que actualmente es,  es perder el tiempo. Necesitamos nuevas ideas y un nuevo imaginario colectivo y ya hay muchos intelectuales que han puesto esas ideas sobre la mesa. No les hacen caso pues la dictadura del status quo no lo permite. Llegará el día, cuando toquemos fondo, que tengamos que rescatarlas."

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