"Así que este profesor de la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania diseñó tres experimentos con más de 1000 voluntarios universitarios que pusieron a prueba la percepción de otras personas sobre los hombres con la cabeza rapada.
Y los tres dieron el mismo resultado: el cuero cabelludo rapado de un hombre está relacionado con el dominio. En otras palabras, los hombres con cabezas rapadas son percibidos como más poderosos por otros, con mayor arrogancia varonil.
En el estudio 1, los hombres con cabezas rasuradas se clasificaron como más dominantes que los hombres similares con la cabeza llena de cabello. En el estudio 2, los hombres cuyo cabello se eliminó digitalmente fueron percibidos como más altos y más fuertes que su auténtico yo sin trucaje..."
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